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En las noches del verano,
en las durces noches claras,
cuando tiemblan las estrellas
entre medio d'una luna'zul y branca,
y s'escuchan a lo lejos los cantares
de los grillos y las ranas,
algo asín com'un jilguero
qu'en la joya las Torbiscas canturrara,
algo asín como los trinos d'una mirla
que dijera sus quereles junt'l agua,
se barrunta dende arriba de las sierras,
entre medio de los brezos y las jaras.

**Luis Chamizo, poeta extremeño

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17 de diciembre de 2008

(pause)

Qué maravilla.

Me quedo gilipollas recordándolo pero no sé cómo se escribe.

Es ma-ra-vi-llo-so, a lo dalí, que tú, Amor, vengas, esta vez y unas cuantas más, y que vengas de frente, así, y que llegues y lo hagas sonriendo como si trajeras un cacho de cielo entre las manos, como si lo hubieras cogido, como si me lo brindaras o lo repartieras, como si del mismo amor se tratase, que vengas y que llegues y permanezcas. Es sencilla e inmensamente maravilloso.

Por otra parte no veo mejor quehacer, con estas mis manos, que tocarte.