No tengo por qué quejarme,
no hay motivos suficientes.
Los dos lo sabemos:
Tú,
no te acuestas con cualquiera,
tampoco te lías con cualquiera:
bendito tacto.
y Yo,
no puedo decir lo mismo:
puta barata ocasional.
No tengo por qué quejarme,
debería estar dando las gracias,
pon una puta en tu vida o algo.
Hola, de pura casualidad tambien encontre un comentario tuyo en un blog que habia abandonado hace tiempo. Muchas gracias por los animos, no esperaba comentarios. Me alegro de que te gustase, ya ni recordaba el tema.
ResponderEliminarMe pondre con tu blog enseguida.
Un saludo!
Flamenco puro, Ana.
ResponderEliminarBesos
Puta barata ocasional... porqué será que muchas veces el sexo es sustituto de la comunicación, incluso de la comunicación con nosotros mismos... me temo que el sexo en sí, es comunicación... aunque simbolice su propia negación.
ResponderEliminarUyssssss .Y amén.
ResponderEliminarIntenso
Saludos
será utopía ser puta con dignidad)
ResponderEliminarque resignacion ... no?
ResponderEliminarY qué, también he sido puta ocasional... también he desgarrado mi vestido y he llorando lágrimas de sangre por eso, porque mi pecho se queda vacío.
ResponderEliminarGracias por tu poesía.
me gusta ese sentido del orgullo; derrocha amor. Está bárbaro tu poema.
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