Cuando las sombras juegan a confundir siluetas
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Justo a las horas en que las brujas calientan la magia
adentrándose en los que serán sus bosques
.
Ahí cuando el sol lo da todo por perdido hasta la próxima
y la luna se divierte creando formas a su antojo,
colocándose
.
En ese mitad/mitad de oscuridad adivinada
.
Mientras los últimos colores del ocaso
se difuminan a añoz luz de nosotros
.
Cuando se pierde el reflejo del agua
y el fuego promete iluminar estancias
mientras el aire remueve presagios de otros tiempos
.
Son esos y no otros los instantes en los que
te percibo confuso,
que ni una cosa ni otra,
despidiendo no se qué otros atardeceres.
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Umm, ¿Anhelo de verse uno en otras situaciones? Puede ser...pero no suele venir bien ese sentimiento...por experiencia.
ResponderEliminarGracias por dejar constancia de tu paso, y por tus palabras, que, aparte de alimentar mi ego, me brindan una compañía en ti, sabiendo que no soy sólo yo quien lo siente.
Un beso.
Miguel.
Mucha luz en tus palabras, hasta por su omisión.
ResponderEliminarComo un atardecer de Magritte.
Un abrazo.
¿Verdad?...siempre son esos instantes que tu describes con una maestría envidiable…siempre son esos y no otros…el resto del tiempo parece empeñarse tristemente en amamantar esperas.
ResponderEliminarMe gusta ese anochecer que nos traes, que nos prestas…en esa mitad/mitad que olvido o no sabe ser un todo.
Un saludo y gracias por tu visita
la oscuroidad de la noche te hace combertir en sombra y perderte en sus colores, por eso me gusta tanto. a veces me gusta no ser yo...
ResponderEliminarbesitos y gracias por pasarte por mi blog.
abril.
Esa es exactamente las horas de las brujas el instante perfecto donde el día cae para dejar paso a la noche.
ResponderEliminar...Y no es de extrañar en esos momentos confusión.
Me agrada.
Gracias por el paso por mi casa.
Hey, Sele!, este Blog es un mutante.
ResponderEliminarUn abrazo.
La tarde y la noche hacen brillar tu poesía, tienes el sabor de la poesía del ritmo y de la palabra.
ResponderEliminarEn este paseo por tus páginas, salgo con el duende de tu sentir...un abrazo y hasta pronto...azpeitia