6 de mayo de 2007

Sociabilidad

Ay que ver cuánto hablas
al meterte en otro cuerpo
y en otros dientes,
aún así, me gustas, ausente,
que me rías en su boca,
taladrándote la oreja, esta sin pendientes,
preguntarte en otro
y que sea tu saliva la que trague
mientras me cuenta
-sobre todo que me cuente-
tremenda mezcla esta
de ojos, de astros, de sierras,
te veía en su sombra,
ni una sola vez le llamé por tu nombre,
flotabas ahí,
con suyo y con mío,
ausencia de ti y de mi,
carencia de ambos,
hay que ser sociable, está escrito.

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